UNA VOCACIÓN MÁS

 I

La placa de bronce en el Museo del Ejército

Hubo dos obras que permanecieron en mi memoria, en el exterior del museo, en una terraza a lo largo de la fachada, estaban depositadas piezas de artillería, un carro de combate T-26, había también una placa de bronce expuesta, inclinada sobre un soporte o caballete, si la memoria no me falla de unos 60 x 60 cm y de 10 a 15 cm de grosor. Tenía una perforación en su centro como resultado del certero impacto de un proyectil, con los contornos irregulares que tendría que ver con la composición, la organización de las partículas elementales del material. Otra de las piezas que llamaron mi atención y ya en el interior del edificio, unos cañones de bronce con una pátina oscura, depositados sobre una bancada de apoyo de madera, seguramente rescatados del fondo marino. La actividad química durante el tiempo que habían permanecido sumergidos había alterado las formas originales y producido nuevas formas. Este resultado es el que acerca estas piezas al terreno de la escultura y por lo tanto del Arte. Posteriormente encontré literatura e imágenes en las que se documenta en libros y revistas, actuaciones de ejercicios o experiencias con fuego real sobre barcos que actuaron como blancos flotantes, y en las publicaciones contemporáneas se documentan estas prácticas a las que estos navíos han sido sometidos. 

Obra

1) Un barco tipo destructor H.M.S. Hedingham 
2) Un barco tipo destructor H.M.S. Grove 
3) Un barco tipo destructor Kaibokan, Escolta 
No son lo que se entiende como una maqueta de exhibición, en la que predomina el aspecto visual, el acabado fino y el detalle minucioso. Están construidas para ser sometidas a fuego real, el interés del fenómeno en su desarrollo y por los efectos y las nuevas formas o deformaciones que se producen después de la acción y que es la culminación del proyecto que desde mi punto de vista tiene que ver con el arte. Por lo tanto en la construcción de estas maquetas a prevalecido la robustez, para evitar que un impacto simplemente desmonte los componentes, los elementos que componen la estructura. En este sentido el primer barco, construido en madera, ya es una obra completada, pues es el que me sirvió para verificar mi idea, con pleno éxito, dado que las superestructuras han acumulado daños sin desarticularse. En los dos modelos siguientes reforzados con poliéster y fibra de vidrio, se ha seguido el mismo proceso. Se emplearon armas de avancarga, un Colt y un Remington con munición de plomo del Cal. 45. Hay que añadir a este proyecto un segundo H.M.S. Hedingham reforzado, y un tercer barco gemelo de los anteriores construido en hierro, más un destructor japonés Shimakaze, y en proyecto un barco tipo crucero H.M.S. Dido a un tamaño doble al de los anteriores. Estos barcos están disponibles para la actuación sobre ellos, sería precisa la colaboración externa de los medios cualificados y autorizados, los militares, y en el lugar apropiado como un campo de tiro. Serían sometidos a fuego real, los de madera reforzados, cartucho de fuego central del calibre de fusil o similar incluso de arma corta de 9 mm, y el de hierro y los que en el futuro construya también en hierro, podrían incluso ser sometidos a disparos de fusil, ametralladora pesada de 12 mm, incluso cañón de 20 mm. Mi idea no es causar daños desproporcionados a los modelos, sino el empleo de calibres proporcionados a los tamaños y cualidades de las maquetas para que los efectos que producen sean equivalentes a lo que sucedería en los modelos de tamaño real.

Una exposición imaginaria

Recordando a André Malraux en su Musée Imaginaire 


El propósito de cara al futuro, sería hacer una exposición, y el lugar más adecuado serían las salas del antiguo Cuartel del Conde-Duque, hoy en día Centro de Arte. En esta exposición imaginaria deberían figurar la placa de bronce de la que he hecho alusión, los cañones o alguno de ellos, que estuvieron expuestos en el primitivo Museo del Ejército compartiendo protagonismo con todos los barcos como aportación personal. Documentos y dibujos originales. Y como complemento revistas originales que ilustran el periodo del conflicto mundial. Libros y revistas de aeromodelismo de mi biblioteca.

 II

El tema bélico

El tema bélico en la actualidad me sigue interesando, forma parte de mis lecturas actuales. Siempre me ha interesado, durante el curso 1960-61 aún estaba interno en los mercedarios, tal vez en las vacaciones de Navidad compré el primer libro, en una librería que había en la C. de Sta. Clara. “El ejército traicionado” de Heinrich Gerlach, la historia del VI ejército alemán cercado en Stalingrado. La narración corre a cargo de un joven teniente, el teniente Breuer. La violencia, la guerra son momentos de la historia con consecuencias decisivas para el ser humano, por esta razón me interesa estar informado. Estar informado, informarse no es una labor aséptica de conocimiento, va incentivada por la pasión ante el desarrollo de los acontecimientos que ponen a prueba a las comunidades nacionales, los colectivos sociales, políticos y militares, y las personalidades individuales como protagonistas. Después de leer la casi totalidad de las publicaciones de la editorial San Martín “El Siglo de la Violencia”, saqué la conclusión de que las personas que gobiernan pueden cometer graves errores a pesar de los medios y la información de que disponen, no son mejores ni más inteligentes que el común de los ciudadanos.

En el conflicto mundial

Desde los puentes y las superestructuras de los portaviones y los navíos de alta mar, los oficiales y los marinos nos contemplan, y nosotros les contemplamos. Parecen tener una misión, estar unidos por una misión, una misión justa. La defensa de la Democracia frente a las dictaduras militaristas y el “fascismo”. Japón ha invadido China, un país soberano. En Europa las ambiciones colonialistas de Mussolini y el expansionismo de Hitler que culmina cruzando una línea roja, la frontera polaca ocupando un país libre.

¿Y en la actualidad?

Vivimos sumidos en la inquietud, porque los valores en los que creemos no son asumidos por los que tienen poder. No es la doble moral lo que explica mejor la realidad, es la carencia de Moral, la ausencia de una Moral como guía de la acción política. Son los Intereses los que generan el impulso de la acción por parte del “poder”. Unas veces con el viento a favor porque coinciden con la idea de la Moral y la Justicia, por azar, y otras entran descaradamente en contradicción con la idea de la Moral y la Justicia.

El problema palestino

Podría ser un ejemplo paradigmático

La resolución del problema palestino

Una opción, puede encaminarse hacia el diálogo y finalmente el establecimiento de una paz justa. O bien, la ocupación, la confrontación, la anexión y la humillación. Si triunfase la primera vía, sería motivo del afianzamiento de la confianza en las instituciones nacionales e internacionales, como la O.N.U. 
Julio 2020






H.M.S. Hedingham